Mexico, 2018 Dirección: Sebastián del Amo Actores: Damián Alcázar, Barbara Mori, Eugenio Derbez, Javier López, Roberto Sosa. Duración: 100 minutos
Dentro de un ambiente lúgubre, sombrío, decadente, se desarrolla el film “El Complot Mongol “. Un policía con métodos poco ortodoxos (Damián Alcázar, la ley de herodes 1999) es asignado a una misión en la que se sospecha hay un complot para asesinar al presidente de los Estados Unidos en su visita a México; y todo indica que la operación viene de China Comunista. El policía se interna en la sórdida comunidad china en Mexico, para tratar de averiguar que es lo que sucede en realidad. Se enamora de una indocumentada china, Barbara Mori; mientras que la historia da un giro inesperado. El trabajo de Sebastián del Amo (“Cantinflas”, 2014) trata de hacer una combinación de film noir y películas de Juan Orol; de la cual se obtiene una mezcla muy extraña. Situada en el Mexico de principios de los 1960’s y con un presupuesto que se nota muy limitado; se logra una ambientación muy aceptable de la época y el espectador tiene una buena visión de la sordidez del México de aquellos ayeres. El director ocupa el close up para enfatizar a actores, muy al estilo del film noir; Damián Alcázar rompe la cuarta pared al dirigirse al espectador a manera de eliminar al narrador en off de las películas de detectives de los años 1950’s. En algunas partes, puede parecer excesivo el recurso; pero es lo que usa el director para llevar el hilo de la historia. Damián Alcázar hace un buen trabajo en la película; sin embargo, parece caer en otros papeles que ha desempeñado y se nota algo repetitivo. Eugenio Derbez y Javier López son puestos en contextos diferentes a lo que siempre hacen; Eugenio, acostumbrado a la improvisación y el movimiento rápido, parece muy encuadrado en el personaje que no le permite mucho movimiento y Javier López se nota muy distinto sin los pantalones cortos. Barbara Morí, Salvador Sánchez, hacen roles muy estereotipados y políticamente incorrectos, propios de los filmes de la época. La película lleva un ritmo estable que permite al espectador llevar la historia, sin sobresaltos ni chistes rápidos; la película se digiere sin problema. El tren de la cinta es estable, permite el disfrute al espectador. Memorable actuación de Roberto Sosa que logra un personaje ad doc a la situación y la época. La película es buena sin ser magnífica. El espectador disfruta la trama y es llevado a vivir aquellos años de los “churros mexicanos” que se consumían el siglo pasado, películas de bajo presupuesto que cumplían la función de entretener. Cinta políticamente incorrecta al extremo y ofensiva en grado sumo para aquellos que se ofenden con estereotipos; un oasis para quienes disfrutamos del humor sarcástico y ofensivo.
Filme para aquellos que gustan del cine al estilo de los luchadores mexicanos, sin ser pretenciosa, logra su objetivo.
Javier Mora
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